Terapia Familiar para Restaurar el Equilibrio en el Hogar

La familia es nuestro primer entorno de referencia, pero también puede convertirse en una fuente de tensiones, silencios o conflictos no resueltos. La terapia familiar ofrece un espacio donde cada miembro puede expresar lo que siente y necesita, mientras se trabaja en conjunto para mejorar la convivencia y la comprensión mutua.

Trabajo tanto presencialmente en Centelles y Granollers como en formato online, adaptando las sesiones al tipo de familia y su realidad.
Ilustración que representa una sesión de terapia familiar para bienestar emocional.


¿Qué es la terapia familiar?

La terapia familiar no se centra en una sola persona, sino en cómo interactúan entre sí los distintos miembros del sistema familiar. Su objetivo no es buscar culpables, sino promover cambios positivos en la dinámica del grupo.

En las sesiones abordamos:

  • Conflictos generacionales entre padres e hijos

  • Dificultades en familias reconstituidas o separadas

  • Problemas de comunicación y límites

  • Acompañamiento en momentos de cambio: duelos, mudanzas, crisis escolares, etc.

  • Mejora de la convivencia y del vínculo afectivo


¿Cuándo puede ser útil?

Es recomendable acudir a terapia cuando:

  • Hay tensiones constantes en casa que afectan el bienestar emocional

  • Uno o varios miembros atraviesan un momento difícil que impacta a toda la familia

  • Se quiere aprender a comunicarse mejor y establecer acuerdos

  • Se repiten patrones que generan malestar o distanciamiento

Cuanto antes se intervenga, más fácil será reconstruir la armonía familiar.


Un espacio para escuchar y ser escuchado

Cada sesión se adapta al tipo de familia: biparental, monoparental, reconstituida o multigeneracional. A veces asisten todos los miembros; otras, solo algunos. Lo importante es crear un clima de respeto, donde cada voz tenga lugar.

La terapia familiar puede ser el comienzo de un cambio real, duradero y compartido.


Modalidades disponibles


Reserva vuestra primera sesión

Pedir ayuda como familia es una muestra de compromiso, no de fracaso.

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