Toda relación atraviesa momentos de duda, tensión o desgaste. La terapia de pareja es un acompañamiento psicológico que ayuda a comprender qué está fallando, cómo afecta a ambos miembros y qué caminos pueden abrirse para recuperar el equilibrio emocional y relacional.

Si sentís que os cuesta avanzar solos, este puede ser el espacio donde volver a miraros con honestidad, respeto y escucha.

¿En qué consiste la terapia de pareja?

No se trata de buscar culpables ni soluciones rápidas, sino de construir puentes para volver a conectar. La terapia de pareja os ofrece:

• Un entorno neutral y seguro para hablar sin juicio

• Un acompañamiento profesional con experiencia en dinámicas relacionales

• Herramientas prácticas para mejorar la convivencia y el vínculo

Tanto si lleváis años juntos como si estáis iniciando una convivencia, la terapia puede ayudar a clarificar, sanar y construir desde una nueva base.

Señales que indican que la relación necesita apoyo

Cada pareja es única, pero hay señales frecuentes que indican la necesidad de ayuda profesional:

• Diálogos que se convierten en discusiones repetitivas

• Sensación de soledad dentro de la relación

• Falta de comunicación o pérdida de intimidad

• Decisiones importantes que generan bloqueo o conflicto

• Dudas sobre la continuidad del vínculo

La terapia puede ser un antes y un después para tomar decisiones con mayor claridad y madurez emocional.

¿Cómo trabajo la terapia de pareja?

Mi enfoque combina escucha activa, técnicas de intervención centradas en la relación y ejercicios para aplicar entre sesiones. Trabajo tanto presencialmente en Centelles y Granollers como online, adaptando el formato a vuestras necesidades.

Podéis elegir la modalidad que mejor se ajuste a vuestra rutina o ubicación. Lo más importante es dar el primer paso.

Modalidades disponibles

• Terapia de pareja presencial

• Terapia de pareja online

Empezar a cuidar el vínculo es una decisión valiente

No hace falta estar al borde de la ruptura para pedir ayuda. Muchas parejas acuden cuando aún hay amor, pero también dolor, confusión o distancia. La terapia puede abrir un camino nuevo, más consciente, respetuoso y conectado.